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En junio de 2012 una niña murió en la Escuela Primaria José Vicente Villada, ubicada en el Estado de México.


ESCUELA PRIMARIA JOSÉ VICENTE VILLADA


La víctima tenía siete años de edad, y murió durante una agresión de parte de sus compañeras de grupo que le provocó un derrame interno.

Es un caso muy delicado, ya que al tratarse de menores de edad no se pueden fincar responsabilidades penales. Las autoridades pidieron no criminalizar a las menores agresoras.

Y que es realmente no se puede decir que las niñas agresoras sean criminales, con siete años apenas se está distinguiendo entre lo correcto y lo incorrecto, entre la realidad y la fantasía y todavía no se desarrolla la empatía para con los demás; pero una niña murió y debe haber consecuencias.

¿Quiénes tendrían que asumir la responsabilidad por la muerte de esta pequeña en la Primaria José Vicente Villada?


Primeramente las autoridades escolares. Por regla general, cuando hay un caso de acoso escolar los profesores son los primeros en darse cuenta y muchos de ellos no hacen porque piensan que son "problemas de niños". No interfieren y dejan que el problema continúe que las víctimas sigan siendo afectadas.

Y en segundo lugar, los padres de los agresores. Los niños agresores maltratan porque se sienten con derecho a hacerlo, y esa es una conducta aprendida en casa, en donde los más vulnerables son maltratados con cualquier pretexto.

Estos actos aprendidos suelen de ir de la mano con recomendaciones como "si te pega, pégale". Así, sin medir las consecuencias de lo que un golpe puede ocasionar, una niña o niño pequeño tiene el permiso de sus padres para golpear a sus compañeros si siente que le "hicieron algo malo", lo cual puede ser desde una burla hasta una mirada aunque esta no haya sido con alguna intención en particular.

Si bien por la carencia de nuestras leyes puede no haber consecuencias legales y penales, sí debe haber sanción por parte de la escuela hacia los padres y niñas involucradas. Así mismo la escuela sí puede recibir sanciones administrativas, como ya ha sucedido en otros casos, en donde se suspende temporal o definitivamente al personal escolar involucrado y en donde el plantel debe resarcir daños a la familia afectada.


El año pasado se publicó un caso ocurrido en la Secundaria Técnica 5 del estado de Aguascalientes, en donde se aseguraba se trataba de un caso de bullying.




Si bien es cierto, que un niño fue lastimado seriamente, hay que hacer distinción entre lo que es bullying y lo que no.

El bullying es un acoso sistemático por parte de un individuo o un grupo, en contra en una persona en particular. Esta conducta puede incluir varias acciones violentas a lo largo de días, semanas, meses: robos, golpes, empujones, burlas, amenazas, etc. Esta violencia puede subir de nivel en cualquier momento y causar graves daños físicos y psicológicos a la víctima.

En el caso ocurrido en la Secundaria Técnica 5, José F. Elizondo, ubicada en la zona centro de Aguascalientes, no hay noticia de que el niño agredido lo hubiera sido con anterioridad. OJO, no estamos diciendo que lo ocurrido sea de menor gravedad y que no deba haber sanciones, sólo aclaramos que efectivamente se trata de una agresión (en donde debe haber consecuencias por supuesto) pero no de un caso típico de bullying.

Es importante hacer esta distinción, porque las agresiones aisladas son más fáciles de solucionar si se detectan y frenan; pero un caso de acoso escolar requiere otro tipo de atención.

Lo que sí es verdad es que un caso aislado de agresión se puede convertir en un acoso constante, si las autoridades escolares no intervienen de forma inmediata. Lo cual fue el caso en la Técnica 5.

¿Qué fue lo que ocurrió en la Técnica 5?


Un niño fue agredido durante una práctica de química en el laboratorio, uno de sus compañeros le arrojó un ácido a la cara con una cuchara. La lesión tardó de dos a tres meses en sanar.

La madre del agredido inmediatamente notificó al director y exigió los datos del menor agresor para levantar la denuncia correspondiente.

El director se negó a proporcionar la información diciendo que no era necesario "llegar a esos niveles".

Ese es un claro ejemplo de un mal manejo de la situación. Ahora la madre está preocupada porque sabe que a partir de este hecho su hijo corre el riesgo de convertirse en víctima de acoso escolar.


Un caso de bullying en la Secundaria Técnica 72 Manuel María Contreras, ubicada en Cerrada Parcela 72, Lomas de San Bernabé, delegación Magdalena Contreras.



SECUNDARIA TÉCNICA 72


Ocurrió hace un par de años, cuando Óscar empezó a ser acosado por una de sus profesoras. Como sabemos, una profesor(a) es una figura de autoridad en el aula, lo que él o ella hagan estará permitido para los alumnos, y si un maestro(a) acosa a un estudiante, las consecuencias serán que esa persona será molestada también por sus demás compañeros.

El nombre de la maestra acosadora es Norma Gómez Botello, quien impartía la clase de español en el turno matutino. Ignoramos si aún da clases en esa escuela (al momento en que se dio a conocer la noticia en 2011, ella y el director del plantel fueron cesados temporalmente), pero si es el caso recomendamos a los padres de familia tener precaución con ella.

Norma Gómez se negaba a calificar los trabajos de Óscar y le negaba permisos para ir al sanitario, a sabiendas de que el chico tenía problemas de incontinencia debido a un accidente en donde resultó dañado uno de sus testículos. Un día Óscar no pudo aguantar y orinó su pantalón, la maestra se burló de él y los demás compañeros la siguieron. A partir de entonces la vida escolar para Óscar se volvió imposible.

Óscar se quedó sin amigos, entró en depresión. Las burlas y malos tratos eran tan constantes que ocasionaron diversas crisis nerviosas con consecuencias físicas: fuertes diarreas y vómitos. Incluso una vez terminó vomitando en el salón porque nuevamente la maestra Norma le negó el permiso para ir al baño, ante lo cual ella lo obligó a limpiar su propio vómito frente a todos los niños del salón quienes no paraban de burlarse. Numerosas ocasiones su familia tuvo que recogerlo temprano de la escuela para que recibiera asistencia médica, de lo cual hacían mofas los estudiantes del grupo de Óscar.

Hubo un maestro que quiso ayudar al muchacho y le consiguió permiso para ausentarse 15 días de la escuela, a fin de que pudiera recuperarse y asistir a terapia; sin embargo, Óscar cayó en manos de una "psicóloga" que lejos de ayudarlo, se sumó a las agresiones que ya percibía el chico diciéndole que era un "niño tonto y chantajista".

Finalmente, y ante la angustia y desesperación de tener que regresar a la Técnica 72, el chico decidió tomar un líquido para destapar tuberías. Acabó muy grave en el hospital, y aunque sobrevivió, sus cuerdas vocales quedaron completamente destrozadas. En esos tiempos él no podía hablar, comer ni tragar saliva, y su tratamiento completo duraría un año entero antes de poder probar alimento.

No hace falta mencionar que cada vez que alguien le menciona a la Técnica 72 o veía alguna persona relacionada con ese plantel, le daban ataques de pánico.

Una vida arruinada para siempre por la criminal Norma Gómez Botello y las autoridades de la Secundaria Técnica 72. La familia de Óscar interpuso una denuncia penal; sin embargo, sólo hubo un cese temporal para la maestra y el director.

Cabe señalar que no es un caso aislado de bullying, en la Secundaria Técnica 72 ha habido otros casos y en ninguno de ellos han intervenido las autoridades. Uno de ellos se resolvió cuando la madre del afectado decidió hablar directamente con el padre del acosador quien voluntariamente sacó a su hijo de la escuela.